¿Te sorprendes abriendo los ojos cada mañana solo un instante antes de que suene la alarma del despertador? Científicos del Instituto Salk de Estudios Biológicos (EE UU) aseguran que la clave de esta capacidad reside en un componente del reloj biológico que hasta ahora era desconocido. Sus conclusiones se publican en el último número de la revista Science.
Cada mañana, el reloj biológico refuerza nuestro metabolismo y pone en marcha importantes funciones fisiológicas que le "dicen" a nuestro cuerpo que ha llegado el momento de ponerse en pie. “El cuerpo es en esencia un conjunto de relojes”, asegura Satchindananda Panda, coautor del estudio. “Conocíamos vagamente el reloj que nos hace caer rendidos cada noche, pero no el que nos activa de nuevo al amanecer”, explica. Ahora que lo han encontrado -una proteína llamada JARID1a-, el investigador asegura que “podremos entender mejor el insomnio, y por qué nuestro reloj biológico falla a medida que envejecemos o cuando desarrollamos ciertas enfermedades crónicas”. También podría ayudar a entender los mecanismos del cáncer.
En los mecanismos moleculares que controlan nuestro ciclo de sueño-vigilia interviene una proteína llamada PERIOD (PER). El número de proteínas PER en cada célula del cuerpo aumenta y disminuye cada 24 horas. Nuestras células usan este nivel como indicador de la hora del día, y en función de esas cantidades le dicen al cuerpo si debe estar despierto o dormido. De hecho, cuando al llegar la noche los niveles de PER caen, nuestros sistemas biológicos se vuelven más lentos: bajala presión arterial, el latido cardíaco se hace más lento, nuestros procesos mentales disminuyen... Para que todo vuelva a ponerse en marcha a la mañana siguiente, según han descubierto Satchindananda Panda y sus colegas, es necesario que intervenga la proteína JARID1a, que funciona como un interruptor que nos “enciende”.