Estoy seguro de que muchos de nosotros hemos llamado a esas líneas de atención al cliente en las que nos saltan un montón de mensajes automáticos y algunos se repiten varias veces o no comprenden lo que decimos, todo lo cual obviamente puede poner furioso a cualquiera que no tenga mucha paciencia.
La Universidad Carlos III de Madrid junto con la Universidad de Granada han desarrollado un sistema que reconoce el estado emocional de la persona que habla por teléfono y es capaz de aliviar la ira y la impaciencia del sujeto cambiando los mensajes automáticos, así por ejemplo en vez de repetir un mensaje varias veces simplemente lo modificará o cambiará para que la persona que está del otro lado del teléfono no comience a aburrirse.
El sistema está diseñado para detectar emociones negativas y actuar en consecuencia.